Aljibes, rincón del Beso y museo

ALJIBES MUDÉJARES Y MURALLA

Visita con guía a dos grandes construcciones del Teruel Medieval:

 

Los Aljibes están situados en el subsuelo de la Plaza del Torico y servían para recoger el agua de lluvia. Fueron restaurados por el rey Pedro IV. Están cubiertos de una bóveda de cañón apuntado. El de arriba se le denomina el aljibe somero o susano y el de abajo como fondonero o yusano. 

¡Te sorprenderá el sistema de galerías subterráneas debajo de la Plaza del Torico! 

 

 

La Muralla es una fortificación que servía para proteger la ciudad en caso de asedios. En la actualidad están habilitados distintos tramos para su visita. Se crearon durante el reinado de Alfonso II tras la conquista de Tirwal (como denominaban a Teruel entonces) a los musulmanes. Se amuralló lo conquistado con 30 torres y lugares donde habitar a los cristianos. 

¡Siempre recordarás la vista de Teruel desde lo alto de las fortificaciones!



RINCÓN DEL BESO

Espacio ubicado en el parque Fernando Hué, con forma de banco, cuya estructura aúna un diseño de un corazón en acero corten con una estrella mudéjar de color verde. Se observar el ‘skyline’ de Teruel con sus torres mudéjares y el Seminario desde el mirador ubicado en el entorno.

 

 

MUSEO PROVINCIAL

El Museo de Teruel es un edificio renacentista ubicado en el centro histórico de la capital. Los visitantes acceden al contacto directo con la historia del territorio turolense, a través de espacios que, a lo largo de sus seis plantas, muestran el proceso de evolución y las características culturales de las sociedades que habitaron el territorio turolense (desde el Paleolítico hasta la actualidad), a través de testimonios materiales reales, utilizados por mujeres y hombres de comunidades ya desaparecidas que desarrollaron su actividad en un marco geográfico diverso, adaptando sus conocimientos técnicos y su tradición cultural a unas condiciones ambientales y económicas cambiantes, proceso que junto a los influjos del contacto con otras culturas y otras gentes, configuraron la peculiaridad de la historia de las tierras del sur de Aragón.

Además de las salas permanentes, pueden visitarse habitualmente exposiciones temporales que permiten conocer las propuestas creativas contemporáneas, revisar los principales movimientos artísticos del siglo XX o ampliar el conocimiento sobre las tradiciones culturales.